21 Abr La preproducción en la fotografía de producto
A veces es difícil transmitir a nuestros clientes cómo de importante es la fase de preproducción, más aún, en la fotografía de producto y publicidad. Aquí explicamos el por qué.
En nuestro estudio hay un ciclo que se repite cada cierto tiempo. Cuando termina un proyecto y empieza otro, hacemos una especie de reseteo mental que nos permita ofrecer algo nuevo, en nuestra línea, pero distinto y especial para el próximo cliente.
Taza de café (o té) en la mano, borrado de pizarras, fechas en el calendario… y a trabajar.
La planificación de la sesión es clave. Todo el trabajo previo nos permite que, durante la toma de fotos, se minimicen las interrupciones y los imprevistos. Si algo hemos aprendido en estos años es la importancia de optimizar recursos, tiempo y ¡disparos! Cada minuto y cada hora que dedicamos a la preproducción de un proyecto, se traduce en menos tiempo y menos disparos fallidos pero, sobre todo, en ideas más efectivas y mayor calidad técnica y creativa.
PRIMERO. El objeto. Aunque parezca una obviedad, hay que pararse a mirar el producto, si es algo tangible, si no lo es, pararse a estudiar aquello que protagoniza nuestras fotos. A veces se trata de un espacio, un servicio, una persona… Cuando trabajamos con un producto es fundamental analizar su forma, su color, su textura…esto nos hace ir previendo posibles complicaciones. Por ejemplo, si es una superficie reflectante como una botella de vino o si, por ejemplo, por su propio color, ya nos sugiere una posible gama cromática con la que trabajar.
SEGUNDO. Palabras clave. El director de arte suele incluirlo en un documento junto con una sinopsis del tema, los escenarios y referentes. Es de gran importancia pararnos a pensar qué conceptos queremos transmitir y qué queremos sugerir con nuestra imagen.En este punto, solemos hacer una lista en la pizarra de nuestro estudio con unas cuatro o seis palabras que hablen de la marca. Las agencias y consultorías de diseño y publicidad suelen facilitar mucho este punto, sin embargo, cuando se trabaja con el cliente directo, suele ser necesario estudiar su marca, su web, su concepto.
Recientemente hemos realizado la imagen para la nueva línea «evers» de Botánicapharma, de la mano de grupo Habermas. Las palabras clave que definían la marca eran, entre otras, ciencia, naturaleza, calidad, innovación y experiencia. Ello nos llevó a usar una superficie aséptica y casi sin textura, negra por su sobriedad. Usamos elementos naturales reales, plantas y extractos, y elegimos instrumental de laboratorio que describiera la calidad e innovación en sus procesos de fabricación.
TERCERO. Referencias.
Ahora creamos una carpeta compartida donde metemos todas y cada una de las referencias que nos inspiran. Ya sea por los elementos de la imagen, por el uso de la luz, por la gama cromática… hacemos una recogida de información, investigamos lo que ya está hecho y lo que no. De acuerdo, nosotros también usamos pinterest. Pero no olvidemos los referentes en papel. La biblioteca de La Pinza está llenita de fotolibros con grandes referentes clásicos y contemporáneos.
CUARTO. Atrezzo y elementos. A lo largo del proceso de búsqueda de referencias y estudio de la marca, ya solemos vislumbrar qué gama cromática trabajaremos, y qué tipo de elementos nos funcionarán. Esta fase consiste en buscar los elementos que acompañarán al producto, accesorios, elementos naturales, telas, superficies con textura, instrumental, objetos antiguos, etc. Tenemos bastante variedad en nuestro estudio, no obstante, con frecuencia acabamos pintando o construyendo algo nuevo.
Es un trabajo a veces complicado, a veces entretenido, ya que acabamos encargando un montón de cositas en la frutería, semillería, a los pescaderos…menos mal que tenemos una buena red de comercio local en el barrio.(Gracias a La Alhacena, Redverde…)
En el último encargo de Botánicapharma, trabajamos con plantas de aloe vera, flores varias, cúrcuma y jengibre freso, hinojo..incluso buscamos por toda la ciudad un árbol de Ginkgo Biloba del que obtener unas cuantas hojas.
QUINTO. Bocetos. Y llegó el momento de dibujar. No es que seamos unos virtuosos, ni falta que hace, pero conviene realizar tantos bocetos como necesitemos para proponer composiciones, puntos de vista, formatos, etc…Y no olvidemos adjuntar una lista de disparos. Aunque no dejan de ser propuestas, son un buen punto de partida sobre el que hacer variaciones en el momento de la toma.
A partir de aquí, montaje de flashes, mediciones, cableado, y mucha paciencia en las composiciones.¡Empieza la sesión!
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